Manifiesto

Suscrito y ratificado por Artistas y Sociedades de varias decenas de
países de cuatro continentes.

La Propiedad Intelectual es un derecho y no un impuesto.

El Derecho Intelectual de los Artistas es, como el derecho a la libertad, inherente al ser humano, inalienable e irrenunciable.

El Libro es Cultura, el Disco es Cultura, el Cine es Cultura, el Teatro es Cultura. Todo ello debe tener un tratamiento fiscal justo, equitativo y no arbitrario.

En el llamado Libre Mercado, sólo es posible la competencia leal, cuando se garantiza la libre expresión y la libre elección.

La libertad de expresión no puede subsistir sin la libertad de emisión, exposición y exhibición.

Si no actuamos en consecuencia, en poco tiempo, habrá una homologación cultural y lingüística sin precedentes. (Y todo ello, de forma pacífica, a través de los satélites, cables y el uso indiscriminado de las nuevas tecnologías).

Estamos dispuesto a cambiar nuestra costumbres pero no a que nos las cambien.

La transculturización es aceptable si es de ida y vuelta, en todos los sentidos.

La cultura, peculiar y diversa, distingue y acerca a los seres humanos y su protección y desarrollo es un deber de todos; también de los Gobiernos.

Los Artistas no pedimos la protección del Estado. Queremos un trato social y asistencial digno, lo que solicitamos también para todo el mundo.